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La Historia de Systema

 

Las artes marciales rusas se remontan al siglo X. A lo largo de su historia, Rusia, debido a lo extenso de su territorio,  debió luchar contra invasores del norte, sur este y oeste, cada uno de ellos con distintos estilos de combate y armamento. Las batallas se libraron en varios tipos de terreno, durante el insoportable calor del verano o el inclemente frío del invierno, y muchas veces contra enemigos que los superaban ampliamente en número. Todos estos factores obligaron al guerrero ruso a desarrollar un estilo de combate que combinaba un espíritu fuerte con tácticas innovadoras y extremadamente versátiles que eran fáciles de aplicar, efectivas y letales, capaces de derrotar a cualquier atacante hasta en las más difíciles circunstancias.

El estilo era natural y libre, sin estructuras rígidas, sin reglas, sin limitaciones… excepto las morales. Todos los movimientos estaban especialmente diseñados para ser aprendidos de forma rápida, y estaban basados en reacciones instintivas y espontáneas que aprovechaban las características y fortalezas naturales del guerrero.
Cuando los comunistas llegaron al poder en 1917, prohibieron la práctica de todas las tradiciones rusas, incluida las artes marciales. Todos los que entrenaban este antiguo estilo de lucha eran severamente castigados. Sin embargo, las autoridades concientes de la devastadora eficacia del arte marcial ruso, reservaron su práctica para los selectos grupos de élite de las fuerzas especiales, la KGB y espías. Las artes marciales tradicionales se adaptaron a las tácticas y tecnologías modernas para su uso en el campo de batalla.
Luego de la caída de la Unión Soviética, el arte marcial ruso inició un lento proceso de difusión y expansión, primero en Rusia, luego Canadá, Estados Unidos, Europa, Asia, Australia, América Latina, y desde el 2010, también en el Perú.

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